Animal solitari amb ales de gran envergadura, rapinyaire nocturna de vol directe i potent.

24 d’agost del 2012


- Dos lobos y un cordero – Murmuro.
- ¿Qué quieres decir? – Me pregunta Andrea.
- Que la democracia es eso, dos lobos y un cordero que están decidiendo qué van a cenar.
- Pero los lobos se comerán al cordero – Dice Andrea con una lógica aplastante.
- Sí, esa es la grandeza de la democracia, si no pueden cenar los tres que por lo menos cenen dos.
- Pero el pobre cordero se muere. ¿No?
- Sí, esa en la miseria de la democracia, que para que la mayoría gane alguien se tiene que sacrificar.
Lo ideal hubiera sido que los tres cenaran, pero no podía ser. Alguien tenía que perder y mejor que sea la minoría en lugar de la mayoría.
- Pues vaya mierda la democracia – Concluye Andrea.
- Bueno, lo puedes mirar por ahí si eres de la familia de los corderos. Pero si fueras de la familia de los lobos estarías encantado.
Lo cierto es que ser lobo en democracia no te garantiza que siempre vayas a salir ganando. La democracia a menudo exige esfuerzos y así se perpetúa. Hay veces en que la democracia bien entendida escuece y hay que aceptarlo.
- Y por una vez ¿no podían llegar a un acuerdo los tres animales y no cenar ese día?
- No Andrea. No puede ser. La democracia no admite excepciones. Su éxito se basa en su fortaleza. Y son esos sacrificios que a veces nos exige los que la hacen la mejor forma de gobierno que se conoce.
La democracia debe de ser común para todos. No debe de admitir interpretaciones. Y lo que vale para uno debe de valer para todos. Sin excepciones.
- ¿Y que tiene que ver eso con ese partido político? – Pregunta Andrea.
- Pues que la democracia, en su estado de madurez, se convierte en Estado de Derecho y si me apuras también en Estado de Obligación. Y como en el colegio, cuando decides jugar, por el simple hecho de hacerlo tú y tus compañeros debéis aceptar unas reglas y nadie por llegar antes o después se las puede saltar. Y como son iguales para todos podéis entonces jugar.
- Pero Xenxo, y en nuestro caso, nosotros qué somos ¿lobos o corderos?
- Pues es la decisión de cada uno. Yo desde luego lobo. Pero parece que hay otros que han decidido ser corderos.
- Pues yopara cenar  me pido lobo.

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